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Entre las nuevas medidas anunciadas por el gobierno en materia fiscal, se encuentra la subida del IRPF para aquellas rentas que superen los 140.000 o 150.000 euros, las cuales, se calcula, podrían afectar al 0,5 % de la población. Pero, ¿cómo impactaría la subida del impuesto a las mayores rentas? La base de esta medida radica en el principio de progresividad del impuesto, en virtud de la cual se crearían nuevos tramos en el IRPF por encima de los 60.000 euros actuales.

Concretamente, la propuesta consistiría en crear tipos incrementados superiores a los actuales -el tipo marginal máximo de la escala actualmente está en el 22,5 %-, estableciendo un nuevo tramo al 26,5 % a partir de los 150.000 euros de renta, y que podría suponer una recaudación adicional de 400 millones de euros. A nivel del contribuyente, esto se traduce en un incremento del 9,2 % en la factura fiscal anual, esto es, una media de 4.400 euros más a pagar por este tributo.

No obstante, la recaudación podría aumentar en 1.500 millones adicionales si la medida propuesta afectara a la renta del ahorro, equiparando de alguna forma la tributación de este tipo de rentas con las de la renta general. Esto es, se buscaría atacar la dualidad actual del IRPF, que supone que las rentas de capital se vean considerablemente beneficiadas respecto a las rentas generales, pues se estima que estas últimas pagan un 23 % más que las del ahorro con el régimen tributario actual.

Además de la anterior medida que afectaría a las grandes fortunas, también se han puesto sobre la mesa otras nuevas que afectarían a los grupos empresariales, la banca y las transacciones financieras. El gobierno ya ha mostrado en repetidas ocasiones su intención de aplicarlas a partir de enero de 2019, si bien lo que ahora se negocia es la intensidad y el alcance de cada una de estas medidas tributarias.

Finalmente, si bien lo que se pretende con este tipo de medidas es contribuir a la progresividad del IRPF, se está estudiando que vayan acompañadas de un plan realista contra el fraude fiscal, pues este contribuye considerablemente a debilitar las cuentas públicas respecto al déficit y el endeudamiento.