Estamos inmersos en la era digital y sus avances siempre son más rápidos que la legislación. ¿Quién iba a pensar que pagaríamos sin dinero efectivo o sin tarjeta, simplemente con una aplicación móvil o criptomonedas?
Pues este enero ha vencido el plazo para trasponer la Directiva Europea de Servicios de Pago, conocida como PSD2, que tiene implicaciones para los particulares, para las empresas y, especialmente, para los bancos. Este nuevo escenario supondrá -para todos- un complejo ejercicio de adaptación al nuevo entorno que, sin duda, requerirá de asistencia jurídica profesional para que las transacciones queden protegidas.
Resultará esencial contar con servicios especializados, máxime si atendemos a la entrada de nuevos proveedores de servicios y posibilidades de negocio, aderezado con la necesaria protección a los usuarios, la seguridad en los pagos o el control a las comisiones entre otros aspectos.
Este artículo forma parte de un reportaje más amplio publicado en Emprendedores que puedes leer en este enlace o descargar en este pdf.