¿Cómo va a ser la desescalada? ¿Qué tengo que hacer para que mis trabajadores estén protegidos y el impacto económico sea el mínimo posible para la empresa? ¿Puedo seguir acogiéndome a un ERTE aunque ya pueda abrir mi negocio?
Estas son sólo algunas de las preguntas que se hacen los empresarios ante la incertidumbre de la situación en la que nos encontramos. Tras casi dos meses de confinamiento, parece que vuelve, aunque a trompicones, la actividad económica de muchos de los negocios que se vieron obligados a bajar la persiana el 14 de marzo con la declaración del estado de alarma.
Lo que está claro es que aún tardaremos en recuperar la situación de absoluta normalidad, por el miedo y por el parón que se ha vivido en la mayoría de sectores, pero sí hay medidas que pueden ser tomadas para tratar de paliar los efectos negativos que esta pandemia ha tenido en los negocios.
Es importante que los empresarios sean optimistas y traten de volver a la situación en la que se encontraban antes del estado de alarma a la mayor brevedad posible. Para ello, y desde esta semana, aquellas empresas que consideren que pueden empezar a reactivar su actividad comercial y hayan realizado un ERTE, podrán sacar (progresivamente) del expediente de regulación temporal de empleo a los trabajadores que sean necesarios para reabrir el negocio. Así, los empresarios podrán acogerse a la flexibilización de los ERTES permitida por la Inspección de Trabajo, de manera que el ERTE seguirá surtiendo efectos respecto de los empleados que sigan con su contrato suspendido o la jornada de trabajo reducida.
Para salvaguardar la seguridad de los trabajadores y de los clientes, las empresas que abran sus puertas deben tener en cuenta las medidas de seguridad e higiene establecidas por el Gobierno (p. ej. limpieza con desinfectantes al menos dos veces al día). En la fase 0 que ha comenzado esta semana, la desescalada comienza con el establecimiento de un sistema de cita previa y la atención individualizada con separación física entre personas.
También es recomendable que todas aquellas empresas en las que se hayan implantado sistemas de teletrabajo sigan haciendo uso de los mismos sin una fecha límite, hasta que sea totalmente seguro para los empleados acudir al centro de trabajo.
No debemos olvidar que todas estas medidas son de aplicación general a las empresas, y que en unos casos serán más efectivas que en otros. Por ello, lo aconsejable es buscar el asesoramiento de expertos que estudie, en función de las circunstancias de cada negocio, qué medidas habrá que implantar para lograr reactivar la actividad de manera segura y efectiva.
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