Mucho se ha hablado en los últimos años del derecho a la protección de datos de carácter personal y en especial de aquellos datos más sensibles, entre los que se encuentran los relativos a la salud.
Como es de sobra conocido, un empresario tiene acceso única y exclusivamente tras una revisión médica de un empleado, al resultado en forma de apto o no apto para el desarrollo de su actividad, pero jamás conocerá los datos concretos que arrojan las pruebas médicas realizadas, que quedan especialmente tutelados y circunscritos a la protección de datos personales regulada en la correspondiente Ley Orgánica.
Entonces, si ante la situación que vivimos en la actualidad una persona se encuentra afectada por el COVID-19 ¿podría proteger esa información y no comunicarla a la empresa?
La respuesta a esta pregunta solo puede ser negativa. En este supuesto el derecho individual del empleado de protección de sus datos relativos a la salud cederá frente a la defensa de otros derechos, como el de la protección de la salud de un colectivo, en este caso, la de los trabajadores de la empresa ante la situación de pandemia y, todavía más, la defensa de la salud de toda la población en general.
Por tanto, en un supuesto excepcional como el que nos ocupa, las empresas han de conocer si entre sus empleados existe algún positivo en el contagio del virus porque solo de ese modo podrán aplicar las medidas necesarias para la protección general en el ámbito laboral y dar cumplimiento a la normativa de prevención de riesgos laborales que le resulta de obligatorio cumplimiento llegando incluso, si es necesario, a paralizar su actividad con las consecuencias que a todos los efectos puede eso determinar para la aplicación, por ejemplo, de las medidas laborales de la normativa en vigor durante el estado de alarma.
En un momento como el que estamos atravesando en el que cualquier cuestión, por nimia que sea, puede generar dudas, el equipo de SUE Abogados y Economistas queda a tu disposición para despejarlas y ofrecer la solución más adecuada en aras a salvaguardar los intereses de tu empresa y, por extensión, los de quienes tengan relación con la misma.
